OBJETIVOS 2 y 3
MEZCLA DEL MARKETING Y LA SOCIOLOGÍA

“El consumo hace parte del comportamiento del individuo en una CULTURA, ya que por medio de las mercancías que se ofrecen, el hombre empieza a encontrarle valor, sentido y significado a su vida”[1]

Para empezar es necesario, recordar que la sociología aporta a la cultura dos conceptos importantes que son, Los bienes materiales, bienes simbólicos costumbres y hábitos. En pocas palabras, todas las sociedades poseen cultura y está puesta en práctica por las personas que se relacionan y se comunican por diferentes canales o medios. “La cultura no es algo que se tenga, sino se origina gracias a la producción colectiva de los integrantes de una sociedad; esa producción se traduce en un universo de significados que se encuentra en constante cambio, pero que se transmite de generación en generación.”[2]

De acuerdo a lo anterior y siendo coherentes con nuestro trabajo de campo, en el cual observamos el comportamiento social de algunos consumidores, encontramos una serie de características que fueron útiles para desarrollar tanto el perfil del consumidor de Juan Valdez como para lograr definir ciertos elementos culturales presentes, y esclarecer la relación no solo comercial, sino también de motivación y lealtad existente entre las marcas y sus consumidores.

Nos introducimos en el mundo de los individuos como consumidores, de esta manera entendimos que la cultura a la hora de ser consumidores, implicaba una mezcla de características del ser humano, que podían venir de relaciones colectivas u otras de comportamientos individuales. En pocas palabras, el comportamiento de consumo, esta dado por diferentes factores, y no se puede juzgar sólo desde una perspectiva cultural, sino también desde acciones y pensamientos individuales y otros compartidos. Por tal razón notamos, que los consumidores de Juan Valdez, independientemente de saber cuáles hayan sido sus “motivadores”, para adquirir el producto de la marca, estaban condicionados por las relaciones sociales, y la evidente interacción con otras personas. Eran pocos, los que se atrevían a sentarse solos en medio de un gran número de personas que compartían con otras. Quizá podamos afirmar que en este tipo de situaciones el marketing, el comportamiento del consumidor, se mezclan con la sociología y algunos de sus elementos como la cultura y las apreciaciones individuales de pertenecer o estar en un lugar o en un no lugar.

Para nosotros es muy probable que una persona pueda encontrar en un X espacio sus productos preferidos y pueda sentirse realmente cómoda, como para quedarse, conocer a otros, y entablar conversaciones. Es decir, que un individuo mediante sus gustos, y preferencias acarreadas por una marca, pueda definir su lugar. Sin embargo, en otros casos, está dado a que algunos elijan un producto por casualidad o por simple atracción y decidan alejarse del sitio, por incomodidades, diferencias con las otras personas presentes, reflejando así su no pertenencia, su no lugar. Por otra parte, analizando todas estas relaciones y situaciones, encontramos también un proceso que es inevitable dejar por fuera: La comunicación. Es un elemento que está presente incluso en el contexto de aquellas personas que evitan cualquier clase de contacto social en determinado espacio. La comunicación está estrechamente conectada con la construcción de relaciones sociales, involucrando la cultura. También se evidencia en las estrategias que elabora una marca para atraer a su mercado, como la publicidad u el uso constante de los medios de comunicación. Entendimos, que la comunicación que se desarrolla entre Juan Valdez y sus consumidores, es abierta, implica cualquier clase de canales para escuchar sugerencias, para indicar las características del producto que se quiere consumir, entre otros. Fue entonces fácil concluir que la cultura y su relación con la comunicación eran un generador de consumo lleno de motivación. Ya no se veía al individuo como un receptor simple, que recibía los mensajes, sino como aquel que se apropiaba de ellos y se movía de acuerdo a la influencia que generaban en él.
Sin embargo, pudimos plantear otra hipótesis que se basaba en que el consumo de ciertos productos y servicios, en este caso Juan Valdez Café, se daba de distintas maneras de acuerdo al perfil de los individuos, o dependiendo de la cultura a la que pertenezcan. Luego todos los bienes culturales y la demanda de productos que se generen, vienen siendo el resultado de procesos culturales de la sociedad. “El consumo sería una práctica socio cultural en la que se construyen significados y sentidos del vivir con lo cual este comienza a ser pensado como un espacio clave para la comprensión de los comportamientos sociales.”[3]

Finalmente, podemos decir, que la marca Juan Valdez, no solo aprovecha la cultura de acuerdo a los resultados de las encuestas, como el que las personas se sino que a su vez, más específicamente, sus tiendas se conviertan en espacios testigos de combinaciones culturales, mezcla de diferencias, de todos aquellos componentes sociológicos, que nosotros como seres humanos desarrollamos pero no analizamos.
[1] Mario Huertas. La cultura: MARKETING EN EBULLICIÓN. Documento Universidad San Buenaventura Cali.
[2] Mario Huertas. La cultura: MARKETING EN EBULLICIÓN. Documento Universidad San Buenaventura Cali.
[3] Mario Huertas. La cultura. MARKETING EN EBULLICIÓN. documento

0 comentarios: